La resolución de conflictos de forma extrajudicial en materia de responsabilidad sanitaria ha sido todo un «éxito» en el Servicio Madrileño de Salud (Sermas). Y es que desde su puesta en marcha, este Servicio de Coordinación de Conflictos “no solo ha fomentado la resolución de reclamaciones patrimoniales, si no que ha permitido humanizar el conflicto entre el médico y el paciente”.
Según Ofelia De Lorenzo, directora del área jurídico-contenciosa del despacho De Lorenzo Abogados y miembro de la Junta Directiva de la Asociación Española de Derecho Sanitario, “cuando humanizas el conflicto lo normal es llegar a acuerdos extrajudiciales, para que el paciente sienta que ha sido escuchado. De ahí, la necesidad de sentarnos con el reclamante y ofrecerle diálogo”.
“El Servicio de Coordinación de Conflictos del Sermas incluye la incorporación de un abogado especialista en Derecho Sanitario y un médico perito. Lo que hacemos es sentáramos con el reclamante, y escuchar de primera mano su reclamación. En muchos de los casos, las reclamaciones están fundadas en una falta de comunicación con el médico”, señala Ofelia De Lorenzo, en el marco del Foro Sanidad y Derecho celebrado en el Hospital La Paz.
Como bien señala De Lorenzo, el punto de vista médico es esencial en esta resolución de conflictos de forma extrajudicial. Así lo piensa también María Rodríguez de Alba, directora médica del departamento de Responsabilidad Sanitaria de Promede, que considera que «el papel del médico perito no es otro que dar un papel fundamental al paciente en su reclamación para que pueda expresar de viva voz aquello que entiende que no se ha hecho correctamente”.
La experta médica, prosigue, pone el acento en la necesidad de que “el paciente sienta que su reclamación tiene la suficiente importancia. En muchos casos, el reclamante solo necesita unas disculpas”.
“Medicamente entiendo que para el paciente es algo extremadamente positivo que alguien le escuche y en su caso le asesore de una manera no vinculante, gratuita y rápida. De esta manera, se puede dar poco carpetazo a esa historia negativa. Es un paso más para la humanización del paciente”, explica Rodríguez de Alba.