El tabaquismo es la principal causa de cáncer en España, pero ¿hasta qué punto puede el Estado prohibir la compra de este producto cancerígeno? Recientemente, el Reino Unido aprobó la prohibición del tabaco a los nacidos después de 2009. Esto significa que a partir de 2027 ya ningún joven podrá comprar tabaco, aunque sea mayor de edad.
Se trata de una media drástica que ha contado con más oposición dentro del propio partido conservador en el gobierno británico, que ha propuesto la norma, que en la oposición, que la validaron de forma unánime. Una medida similar había sido aprobada en Nueva Zelanda en 2022, aunque el nuevo gobierno de centroderecha lo revocó al llegar al poder en octubre del año siguiente.
Lo aplican, además, como una medida progresiva para eliminar el tabaco. Y es que el tabaquismo sigue siendo la principal causa de enfermedad y muerte prematura y evitable en España, donde anualmente mueren 60.000 personas por enfermedades relacionadas con el tabaco.
Está científicamente aceptado que el tabaco provoca cáncer. Poca gente lo duda. Pero la Asociación Española del Derecho Sanitario (AEDS) quiere abordar las implicaciones legales de su completa prohibición, como en Reino Unido, en un webinar que tendrá lugar el próximo jueves 9 de mayo. No está claro cómo se aplicaría esta norma en un Estado de derecho en el que todos son iguales ante la ley, y si, hipotéticamente, tendría cabida en España.
Ofelia De Lorenzo, presidenta de AEDS, dice que presentarán una discusión en la serie WebinAEDS sobre las implicaciones legales que tendría la norma de prohibir la compra de tabaco —un producto legal— a mayores de edad por los años que tienen. Ahora mismo, y como se presenta, esta norma no sería aplicable a España. De Lorenzo asegura que “esto abre el debate en derecho sanitario sobre las libertades y sus límites; ¿supone esto una injerencia en la libertad de las personas? ¿Hasta qué punto el Estado puede prohibir conductas por velar por la salud de sus ciudadanos?”.
Y por último se pregunta si está justificado este paternalismo estatal, y más importante, ¿dónde está el límite? “Tenemos otros casos en los que el ciudadano no cuida su salud por otros medios consumiendo determinados productos, entonces ¿por qué el estado va a hacerlo?”, reflexiona. En este webinar quiere presentar las dos posturas: los que están a favor y los que están en contra de una medida como esta en nuestro país.
Federico Montalvo, vicepresidente de AEDS, advierte que hay que tener precaución a la hora de aplicar normas prohibitivas, pero reconoce que las medidas anteriores sí han dado resultados positivos en tema de tabaquismo. “No los aplicaría en otros temas de salud pública como la lucha contra la obesidad, pero en el caso del tabaco las medidas han funcionado”, indica.
Una norma ‘histórica’
La asociación NoFumadores, por su parte, califica la abolición británica como “histórica” e insta al Gobierno español a adoptarla en la próxima modificación legislativa de la ley antitabaco. Según ellos, el fin del tabaco no vendrá tan solo del consenso sanitario, ni porque se sepa lo nocivo que es, sino por la acción de los parlamentos democráticos.
“Hace falta la acción legislativa de los parlamentos para terminar con esta pandemia creada industrialmente y que mata a 8 millones de personas en el mundo anualmente. Lo que ha hecho el Reino Unido, aboliendo la venta de tabaco a los nacidos a partir de 2009 es un hito histórico que marcará por siempre la salud pública, no solo de los británicos, sino también de los europeos”, declara Raquel Fernández Megina, presidenta de Nofumadores.
Desde la asociación recuerdan que fue precisamente el Reino Unido el primer país que abolió la esclavitud. Lo hicieron en dos fases, la primera, aboliendo el tráfico atlántico, y en una segunda, liberando a todos los esclavos. “La abolición de la venta de tabaco va a seguir el mismo proceso y el impulsor volverá a ser el Reino Unido. La pregunta no es si aboliremos el tabaco en España, sino cuando”, sostiene la presidenta de Nofumadores.
Para Fernández, el objetivo final debe ser terminar con una pandemia creada industrialmente a través del tabaco. Para llegar a este punto, sin embargo, hay que poner a un punto final y conseguir que los adolescentes no adquieran tabaco, aunque la legislación vigente ya lo prohíbe.
Para ella, eso se conseguiría a través de la reducción drástica de los puntos de ventas, subiendo la edad mínima a 21 años y teniendo un control más estricto de la edad de los compradores.
Tabaco y cáncer
El tabaco está asociado, además de al cáncer de pulmón, a 15 tipos diferentes como el de laringe, vejiga o hígado, además de otras muchas patologías. La asociación española contra el cáncer (AECC) dique que directamente no hay un nivel de consumo de tabaco seguro. Gracias a las campañas de concienciación, la subida de los precios y las restricciones de los espacios de humos, el número de fumadores ha bajado.
Desde 2009, cuando empieza la serie histórica, el número total, tanto en hombres como en mujeres, ha bajado. Hace 15 años fumaban casi 10 millones de personas; hoy ,un poco menos de 8. Y es recalcable que la franja de edad 15-24 es la más baja, con 763.000, lo que significa que los jóvenes cada vez fuman menos. También es remarcable la reducción de fumadores diarios no es exactamente proporcional al aumento en los “ocasionales”. Muchos lo han dejado definitivamente.