La compañía de referencia en peritaciones sanitarias, PROMEDE (Profesionales de la Medicina y el Derecho), participará los próximos días 20, 21 y 22 de octubre en el XXIII Congreso de Derecho Sanitario que se celebrará un año más en las instalaciones del Colegio de Médicos de Madrid.
El encuentro organizado por la Asociación Española de Derecho Sanitario, constituye una de las citas jurídico-sanitarias por excelencia del panorama nacional, en el que se dan cita cerca de medio millar de profesionales para compartir y abordar las principales inquietudes, dudas e interrogantes de la vertiente legal de la Sanidad.
De esta forma, PROMEDE estará de nuevo al frente de la tertulia médico-jurídica del congreso. En ella, médicos y abogados intercambian puntos de vista sobre conceptos que, aun siendo de interés común, son comprendidos de forma muy distinta por ambos colectivos.
Este año, en la que es ya su octava edición, la tertulia girará en torno a ‘La pérdida de oportunidad’ o ‘privación de expectativas’, conceptos que, cada vez con más frecuencia, están siendo utilizados por abogados, peritos y jueces en el ámbito de la responsabilidad civil sanitaria. “Se trata de conceptos fáciles de entender en lo general pero difíciles de aplicar en lo particular. Todos comprendemos que una actuación médica incorrecta puede dar lugar a una merma en las posibilidades de curación o supervivencia del paciente que la sufre, pero su cálculo se basa en la estadística; y la estadística, que tan útil es cuando se aplica a grandes grupos de población, no parece que pueda aplicarse con tanta claridad a los individuos aislados”, explica el doctor Luis Bernaldo de Quirós, director médico de PROMEDE.
Además, la compañía también estará presente como organizadora del Taller PROMEDE, que en esta ocasión versará sobre ‘La mediación en el ámbito de la responsabilidad sanitaria’.
PROMEDE se ha inscrito recientemente de forma oficial en el Registro de Mediadores del Ministerio de Justicia como institución de mediación sanitaria, un nuevo servicio que incorpora con el fin de impulsar y desarrollar la resolución de los múltiples conflictos que se producen por problemas de comunicación entre los profesionales, los pacientes y sus familiares.
Evitar la penalización de los procesos, lograr un ahorro de costes y una disminución del tiempo invertido en la resolución de los conflictos y obtener un acuerdo satisfactorio para las partes implicadas de forma rápida son algunas de las ventajas de esta fórmula de autorregulación, en la que las partes son las que encuentran solución a su conflicto con la ayuda del mediador y que puede llegar a evitar la judicialización del 50 por ciento de los siniestros sanitarios.