Las medidas sanitarias dispuestas por las autoridades de salud, orientadas a disminuir el riesgo de las cadenas de transmisión de la enfermedad del COVID-19, han generado la necesidad de buscar iniciativas que permitan la continuidad de la actividad productiva en el país, por lo que se refuerzan alternativas como el teletrabajo. En el campo de las prestaciones sanitarias, donde es imperativo que no se interrumpa el servicio, a fin de que los pacientes reciban la atención y tratamientos requeridos
en resguardo de su salud, la telemedicina ha sido, desde la declaratoria de la pandemia, una herramienta de gran valía; que ha experimentado un crecimiento exponencial, resultando cada vez mayor el número de profesionales de la salud que incluyen esta modalidad de servicio. No obstante, sin demeritar su utilidad, hay complejos asuntos que resolver aún en el campo de la telemedicina, desde el plano jurídico y sanitario; a efectos de que las intervenciones virtuales de los profesionales sanitarios brindadas no impliquen un desmejoramiento en la seguridad y la calidad de la atención, con respecto a la atención de
manera presencial.
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Desafíos en la aplicación de la Ley de Paridad
Tribuna de Ofelia De Lorenzo, presidenta de la Asociación de Derecho Sanitario. La Ley Orgánica 2/2024, de 1 de agosto, sobre representación paritaria y presencia