Los profesionales sanitarios han trabajado a destajo los últimos meses para atender a los pacientes contagiados de Covid-19. Sin embargo, al comienzo de la crisis sanitaria muchos lamentaron la escasez de Equipos de Protección Individual (EPI) con los que protegerse contra el virus. Tampoco se disponía de los equipos de ventilación mecánica invasiva suficientes para la alta demanda, por lo que se vieron obligados a cribar a los pacientes. Ahora que los países se afanan en encontrar una vacuna contra el nuevo coronavirus, los expertos demandan un marco jurídico para priozar su suministro.
«En este proceso se tendrá que tener como principal objetivo asegurar el acceso universal a la vacuna con criterios de equidad, ya que ningún país y ninguna persona debiera estar bajo ninguna discriminación en el acceso a la prevención de la Covid-19, si finalmente disponemos de vacuna, pero no podemos depender solo de la buena voluntad», argumenta Ricardo De Lorenzo, presidente de la AEDS.