Entender la genómica es uno de los campos de investigación más prometedores para la medicina, pero además de plantear desafíos científicos, también comprende retos a nivel legal. Los participantes en la mesa redonda sobre Medicina Personalizada de Precisión que ha tenido lugar este viernes en el marco del XXIV Congreso Nacional de Derecho Sanitario, y que ha contado con el auspicio del Instituto Roche, han coincidido en la importancia de apostar por estas técnicas con una estrategia nacional –como la que ya tienen otros países–, pero teniendo en cuenta la necesidad de adaptar la legislación a los desafíos que plantea para la Bioética.
Federico Plaza define el concepto de Medicina personalizada de precisión, mientras que Ruth Vera explica cómo ha impactado en la Oncología.
Para Ruth Vera, vicepresidenta de la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM), los beneficios superan con creces a los retos. «Creemos que estamos ya preparados para subirnos a una estrategia a nivel nacional y que las autoridades sanitarias impulsen a nivel macro la Medicina personalizada de precisión», ha afirmado. Esto, según ha explicado, implica generalizar la secuenciación genética y un gran trabajo por parte de los facultativos e investigadores implicados. «Nos falta mucho por saber. Los profesionales no hemos sido formados para esto, así que tendremos que formarnos y, además, trabajar con expertos en Bioética y Bioinformática». También, cambios regulatorios. «Lo legal va por detrás de nosotros. Tenemos los datos, pero no sabemos cómo hay que manejarlos».
Para reforzar sus argumentos, Vera ha relatado los cambios vividos en los últimos años en los servicios de Oncología. «En un principio se trataba igual a todos los pacientes, unos respondían y otros no, sin que se supiera por qué. La medicina de precisión nos ha permitido saber de antemano qué pacientes van a responder a un tratamiento. Eso sí que es un cambio de paradigma», ha explicado. Además de los mayores índices de supervivencia derivados de esto (con incrementos medios de hasta cinco años en cáncer de mama en sólo una década), Vera ha considerado que estas técnicas contribuyen a la sostenibilidad del sistema y a garantizar el acceso de los pacientes a los tratamientos.
Federico Plaza, vicepresidente del Instituto Roche, ha coincidido enteramente con Vera y ha aprovechado para desgranar la ‘Propuesta de recomendaciones para una Estrategia Estatal de Medicina Personalizada de Precisión’ que ha elaborado el Instituto Roche, con aportaciones «desde la sociedad civil» para «tejer una estructura organizada para potenciar la investigación». Este documento fue presentado en marzo y remitido al Ministerio de Sanidad y «ya se han mantenido reuniones con el Ministerio», con gran receptividad por parte de éste, según ha desvelado Plaza.
«Cuando hablamos de medicina personalizada no estamos hablando del futuro. Lleva 20 años siendo amplísimamente utilizada por los oncólogos. Son medicamentos que atacan dianas moleculares y no matan moscas a cañonazos como hace la quimio. La cartera de prestaciones del SNS tiene que ser cambiante, dinámica y adecuarse a los adelantos», ha explicado el vicepresidente del Instituto Roche. Finalmente, Plaza ha expresado el deseo de que la Medicina de Precisión cuente con una estrategia de estado «de ciclo largo», ya que no solo ayuda al paciente, sino que también «es una oportunidad de generar un sector tecnológico» y puede ser un motor industrial. «Francia quiere ser un referente mundial en este ámbito con su Estrategia nacional. ¿Por qué no España? Tenemos las bases para hacerlo».
Estrategias de Medicina de Precisión en otros paíseas
Marta Salinas, de la consultora Aosendo, ha sido la encargada de repasar los proyectos de secuenciación genómica que están impulsando otros países, como el Proyecto 100.000 Genomas del Reino Unido o el proyecto One Of Us, que busca recopilar la información genética de un millón de personas en Estados Unidos. De la misma manera, otros países de Europa –como Alemania, Francia o Grecia– o de Asia –Japón– están planteando estrategias de medicina de precisión. «Es un cambio de paradigma tal que no se puede improvisar y vemos como muchos países se están poniendo las pilas», ha explicado Salinas.
Estas cohortes de pacientes servirán para conocer los genes implicados en cánceres y enfermedades raras; algo que revolucionará la Medicina. Pero, además de cambiar el sistema de recogida de muestras para que sean aptas para la secuenciación, de la necesidad de biobancos para conservarlas, o sistemas informáticos de big data sanitario para analizarlas, es necesario tener en cuenta la privacidad de los donantes y las consecuencias que deriven de su participación en estos programas, un aspecto que entra directamente en el terreno del Derecho Sanitario. «Necesitamos un entorno de seguridad para los participantes en estos programas, a nivel de protección de datos», ha explicado Salinas.
Desafíos a nivel ético
A estos aspectos éticos y legales se ha referido, Viviana García Llerena, profesora de Bioética y Derecho biomédico de la Universidad de La Coruña. «¿Cuáles son las consecuencias de este cambio de paradigma, que no solo afecta a la oncología, sino que será el futuro de la medicina?», ha planteado Llerena. «Se nos dice que el paciente tendrá un tratamiento personalizado y con menos riesgos, suena muy prometedor. Pero hay retos a considerar muy detenidamente».
Entre estos retos, García Llerena ha detallado la complejidad de las terapias genómicas, mayor de lo esperado, y el hecho de que solo una parte de los determinantes de salud estén en el genoma. «Podemos centrarnos en la genómica y no resolver las disparidades sociales que muchas veces son más relevantes para la enfermedad». Entre los retos que directamente afectan al derecho sanitario ha mencionado el de la privacidad o el hecho de que la estratificación de grupos de población esté resucitando el concepto de raza. También el riesgo de que se tienda a una medicina defensiva, como consecuencia de una mayor litigiosidad.